Obras de arte famosas desde la perspectiva de las personas con diabetes tipo 1

Mucha gente asegura no saber dibujar. Normalmente, no tiene nada que ver con el talento o la habilidad, sino con la autoestima. Se preguntan: «¿he hecho un buen dibujo?», «¿tengo talento?», «¿esto es arte?». Ponemos el arte en un pedestal que solo los artistas pueden alcanzar. Pero el arte, al igual que el lenguaje, es una manera de pensar y comunicarse con los demás. Lo único que necesitas es tener una mente abierta.El arte como forma de expresarse

«La creación de imágenes visuales es un aspecto importante del proceso de aprendizaje humano» – Diane Waller, OBE, presidenta de la Asociación Británica de Arteterapia

Los seres humanos hemos estado haciendo arte desde los albores de los tiempos, está en nuestro ADN. La creación de imágenes es una forma de obtener una percepción personal. El arte nos ha proporcionado una forma emocionante de expresarnos visualmente, contemplar espiritualmente, reflexionar sobre los cambios de la vida y dar sentido a nuestra existencia y a lo que viene después de ella. A través de medios de expresión muy simples, el uso simple de la línea, el color y la forma se unen a medida que aplicamos el significado personal y el simbolismo a este tipo de expresión visual.

«El arte quita del alma el polvo de la vida cotidiana». – Pablo Picasso

Obras de arte famosas a través del prisma de una persona con diabetes tipo 1

La diabetes cambia para siempre nuestra manera de pensar y nuestra percepción del mundo. Nada vuelve a ser igual. A nuestros ojos, un brik de zumo es un salvavidas, la pizza es una trampa y las montañas rusas nos recuerdan los niveles de glucosa incontrolados. Lo mismo pasa con el arte. Podemos ver las obras de arte con una luz diferente a la de los demás.

La noche estrellada – Vincent van Gogh

Al mirar La noche estrellada podemos ver lo que Van Gogh vio a través de la ventana de su habitación en el asilo de Saint-Rémy-de-Provence (con algunos detalles adicionales). Este cuadro hipnotizante me hace pensar en una hipoglucemia nocturna: sueños inusuales, alucinaciones y mareos. Es como si te teletransportaras al cuadro de Van Gogh lleno de vibrantes líneas y, poco a poco, formaras parte de él con suaves «hipoextremidades».

La columna rota – Frida Kahlo

En muchos de sus autorretratos, Frida Kahlo cuenta la historia del terrible accidente que cambió su vida para siempre. La columna rota me hace pensar en el diagnóstico de la diabetes. Podemos verla aislada, en un estado solitario. Podemos sentir la inevitabilidad de las fuerzas externas que la llevaron a este lugar. Su cara refleja la tristeza y el dolor. Muchas personas, al principio de su experiencia con la diabetes, se sienten solas, impotentes y abrumadas por las emociones.

La persistencia de la memoria – Salvador Dalí

Una de las pinturas más reconocibles de Salvador Dalí, y del surrealismo en general, es La persistencia de la memoria. Los «relojes blandos», que aparecen a menudo en la cultura popular, simbolizan la relatividad del espacio y el tiempo. Desde mi perspectiva, se trata del caso de la hiperglucemia. Pareciera que el tiempo se estuviera estirando de alguna manera y nos encontramos esperando, perdiendo nuestra energía, como esta forma humana abstracta que Dalí puso en el medio representándose a sí mismo. Probablemente, algunos de vosotros veréis síntomas de hipoglucemia en este cuadro, y es algo normal, porque no hay una forma única de experimentar la diabetes.

La dama y el unicornio (fuente: Galería de Arte de Nueva Gales del Sur)

Siempre se ha visto a los unicornios como seres mágicos y misteriosos. Estos seis impresionantes tapices de arte francés medieval han cautivado a los espectadores durante siglos. Según el mito, era imposible atrapar un unicornio a menos que una virgen se sentara en el bosque y esperara a que la criatura encantada se acercara a ella. Hoy en día, en la comunidad de la diabetes, «atrapar un unicornio» significa obtener una glucemia de exactamente 100 mg/dL o 5,5 mmol/L. 

Pasteles – Wayne Thiebaud

Tartas, pasteles, máquinas expendedoras de chicles… Este es el dulce mundo del pintor contemporáneo de California Wayne Thiebaud. Esta exhibición de deliciosos pasteles inmediatamente me hizo pensar en el fenómeno del «hambre excesiva». Me puedo imaginar comiéndome todos estos pasteles cuando tengo niveles bajos. Otra cosa que me viene a la mente al mirar este cuadro es una pregunta muy conocida: «¿Cuántos carbohidratos?».